Media naranja, naranja completa.

"¿Cómo explicarle que no deseaba perder su independencia emocional y que la independencia física era condición necesaria, aunque no suficiente, para ello?" (pág.164)


Sara Saavedra es una mujer herida. Una infancia transitada por el abandono, unida al desprecio de su tía -un personaje sórdido-, genera en ella cierta reticencia al compromiso afectivo. No obstante, eso no es un obstáculo para que sea una mujer libre, y lo es, precisamente, porque es consciente de los mandatos sociales que, por ser mujer, la sociedad le impone. De ahí, el largo proceso de deconstrucción. La libertad económica es crucial, desde luego. Lo decía Rosa Regás en su libro 'La desgracia de ser mujer', a saber: la libertad económica es la primera de las libertades.

Gajos de naranja es un relato sobre las relaciones de pareja, básicamente, sobre cómo nos vinculamos afectivamente  a otras personas, esencialmente, y cómo esas vinculaciones son, en muchas ocasiones, dependientes y, por tanto, insanas. Es un relato sobre comunicación, exclusividad y libertad.

"Raúl ocupaba un compartimento especial de sus emociones, pero ello no exigía tapiar los compartimentos restantes..." (pág. 179)

Sara es un personaje transgresor y, a la vez, condicionado por los miedos. ¿Son los miedos los que le llevan a a ser transgresora o la transgresión no es tal sino una extensión de su miedo?

"...hablaba de todas las máscaras que se colocan -o se les coloca a- las personas, desde las más superficiales, como el maquillaje, que pueden eliminarse mediante un complicado proceso de limpieza (veinte minutos justos tardaba la actriz), hasta aquellas que, como los roles sociales, son interiorizadas de tal manera que acaban siendo inseparables del rostro y, al arrancarse, dejan la calavera al descubierto, como ocurría en el escalofriante desenlace de la obra." (pág. 133)

Raúl es un personaje con muchas cualidades. Un personaje que cala, diría. Lo que me gusta especialmente de él es que se presenta como un hombre reflexivo que, sin embargo, tiene ideas, pensamientos y actitudes machistas. Y me gusta porque muestra una realidad: que todas las personas llevamos el machismo incrustado desde que nacemos, porque vivimos en una sociedad patriarcal que nos envía mensajes constantemente sobre lo que es ser un hombre y sobre lo que es ser una mujer (y sobre lo que no lo es, claro). El valor de Raúl reside en que hace una reflexión sobre todo ello -el personaje de la hija es también carismático, icónico, en tal sentido-, toma conciencia de su actitud machista y, es más, lo extrapola a la acción.

La autora, Jacqueline Cruz, intercala reflexiones a lo largo y ancho de la novela, rasgo de muchas escritoras; Irène Némirovsky es una de ellas, sin ir más lejos. Reflexiones interesantes y liberadoras sobre los estereotipos de género sobre los que se asienta la sociedad, sobre los mensajes que no dejan espacio a la libertad y a ser y mostrarte como sientes que eres.

Otra cuestión en la que he reparado es en esos modelos, fugaces pero claros, que aparecen en la novela, sobre otras orientaciones sexuales. Dentro del hartazgo de lo heteronormativo que inunda la narrativa de antes y de ahora, es un detalle que no me ha pasado desapercibido y que, incluso, he agradecido.

"Dos chicos cruzaron frente a ella por el sendero. Iban abrazados y reían como un rato antes ella y Raúl." (pág. 140)

Dentro de los mandatos, claro, no podía obviarse el de la maternidad, encarnado en los personajes de Jaime y María Elena, en su búsqueda incansable de dar respuesta a la presión social, colocando, incluso, la relación al límite por tener un/a hijo/a biológico/a, con el elemento (in)comunicativo siempre como punto a señalar.

"Las medias naranjas no existen, ni los medios kiwis ni los medios ananás. Existen sólo gajos, gajos de naranjas, con gruesas cáscaras y duras semillas que, si no se extraen con cuidado, pueden atragantarse y causar la muerte por asfixia." (pág. 255)

Estamos ante una novela no sólo para regalar(se) sino para utilizar como lectura de aula -y fuera de ella-, como material de reflexión muy interesante para el alumnado. Aviso a docentes.

Es una lectura que se muestra como una brisa, como un soplo de aire fresco entre tanto personaje estereotipado de la narrativa. Es un llamamiento a ejercer la libertad. Aunque hasta el último momento temí que Sara cediera, pero no, la autora sostuvo el personaje hasta el final.



Jacqueline Cruz

Doctorada en Lenguas y Literaturas Hispánicas por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). "Es autora del libro Marginalidad y subversión: Emeterio Gutiérrez Albelo y la vanguardia canaria (Santa Cruz de Tenerife: Cajacanarias y Cabildo Insular de Tenerife. 1995) y de una treintena de artículos académicos de crítica literaria, cinematográfica y cultural. Ha coeditado, junto con Barbara Zecchi, el volumen La mujer en la España actual: ¿Evolución o involución? (Barcelona: Icaria, 2004).  y coordinado la sección monográfica "Género y violencia en las culturas hispánicas" de la revista La Nueva Literatura Hispánica (8-9)."




También ha traducido varios libros para la colección "Feminismos", de Cátedra, así como la novela de Seb Kirby Nunca claudiques. Durante sus años de residencia en Madrid (2005-2015), fue profesora de literaturas hispánicas en la Universidad de Nueva York en Madrid, impartió el curso "Género, cine y sociedad", patrocinado por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense, y dirigió un Club de Lectura de literatura estadounidense en el Instituto Internacional de España. En 2015 regresó a Tenerife, su isla natal, y en la actualidad se dedica exclusivamente a la traducción. 




Isabel Rojas Hernández.



Fuente: editorialcirculorojoescritores.org;Blog de Jacqueline CruzBiografía.

2 comentarios:

Jacqueline Cruz dijo...

Como ya te dije, Isa, ésta es la mejor reseña que me han hecho: porque está superbién escrita (ya sabes cómo escribe mucha gente "por ahí") y porque creo que eres quien mejor ha captado la "intención" de la novela (si es que se puede hablar de "intencionalidad autorial", algo que niego en mis clases).
Gracias y un fuerte abrazo!!

Isabel Rojas. dijo...

Muchas gracias, Jacqueline. Me satisface mucho que te guste la reseña. Yo también me siento bien con lo escrito, ¡Necesitamos más referentes como los que tú expones! Gracias de nuevo.

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