"(...) explorar mis posibilidades, explorarlas, avanzar, llegar casi al límite; no quiero pasar por la vida sigilosamente, como una espectadora." (p. 16)
Una vida subterránea. Diario 1991-1994 comienza un domingo, en París, en el mes de septiembre para finalizar un 21 de octubre de 1994. Tal y como nos cuenta Laura Freixas en la Presentación -al inicio del libro-, no está publicado íntegro ya que se ha reservado "una zona de privacidad" y ha suprimido pasajes por "razones de discreción y respeto a la intimidad de terceros".
El título, Una vida subterránea, hace alusión -así me ha parecido deducirlo de su lectura- a prescindir del éxito, de la ambición, a favor de una escritura en soledad, con el único aliciente de crear y ser auténtica.
"Tengo que aspirar [...] a la satisfacción que da la coherencia, la dignidad, de haber consagrado la propia vida a lo que uno quería consagrarla. Haber realizado la propia vocación. No tener remordimientos,la sensación de derroche, de vida malgastada, que tiene mucha gente." (p. 239)
Una vida subterránea es el relato de una travesía vocacional, no exenta de inseguridades, no sólo por la presión de ser alguien de éxito como le transmitió su padre -una presión de la que habla en este diario, de la que intenta liberarse- sino por la inseguridad propia de todo sueño, de todo proyecto, aumentada muy posiblemente por la condición de mujer y lo denostadas que estamos en el ámbito literario, cuestión que Laura Freixas ha analizado en su ensayo "Literatura y Mujeres" (2000), lectura que me ha resultado del todo interesante.
"Somos vistas menos como escritoras que como mujeres escritoras." (Literatura y mujeres, 2000, pág.18).
Laura Freixas está estrechamente comprometida con la necesidad de referentes femeninos en la literatura, como legado, mensaje, del imaginario de la mujer hacia la mujer y, por extensión, hacia la sociedad en su conjunto. De ello da muestras también en algunas reflexiones contenidas en este diario, así como, más ampliamente, en su antología "Madres e hijas" ( Ed. Anagrama, 1996 -compilación y prólogo-) o, por citar un ejemplo más, como coordinadora frente al ensayo "Ser mujer" (Ed. Temas de hoy, Madrid, 2000 -compilación y prólogo-). Hablo de lecturas en las que me he sumergido en estas semanas y que he disfrutado, pero hay más títulos que pueden encontrar en la bibliografía contenida en la página oficial de Laura Freixas. Lecturas que, como digo, vienen a paliar la falta de referentes -en el caso de los títulos mencionados- en cuanto a la relación madre-hija (aunque, al leerla -los relatos son sorpresivos en modo positivo y opino que es una antología necesaria, sin duda- he pensado que también sería interesante que hubiera una que llevara por título: "Hijas y madres") o en cuanto a lo que significa, implica, ser mujer. En tal sentido, siento, hacia esa toma de conciencia llevada a la acción, agradecimiento.
En general, siendo una autora que nos gusta -nos encantó Los otros son más felices, cuya reseña, a cargo de Monte, les enlazo aquí.-, el diario nos ha resultado que gira en torno a inquietudes muy específicas. Bien es cierto que, como ya comenté, las inquietudes que refleja la autora son el epicentro de su vida en ese tiempo. Nos faltó, quizás, ese giro más reflexivo al que pensamos -acertadamente o no- apunta el diario, en esos momentos de escritura en soledad, para una misma; comprobamos, no obstante, la perseverancia de la autora y un fuerte deseo por cumplir su sueño de ser por y para la escritura.
En cualquier caso, Laura Freixas renueva el género diarístico, género que, como ella misma argumenta en la Presentación: posee unas características muy particulares" y "(...) es un género en la frontera, en el filo de la literatura: eso lo hace paradójico y, para mí, fascinante.
El diario es también -al igual que la correspondencia, pero aquel de forma más personal e íntima- una forma de conocer aspectos de las autoras y los autores que no quedan revelados en su obra, al menos no de forma explícita, aunque luego te das cuenta de que algunas gotas aquí y allá de su obra están contenidas en esos diarios. Es ahí, precisamente, donde reside su inmenso valor. Valor que otorgamos a estas páginas.
Isabel Rojas.
- La autora.
"Laura Freixas (Barcelona en 1958). Editora, traductora y crítica literaria. Se licencia en Derecho con una tesina sobre Alexandra Kolontal, y en París estudia el posgrado en L' Ecole de Hautes Études.
Entre 1981-1983 trabaja en la agencia literaria de Carmen Balcells y más tarde se marcha a Inglaterra como lectora de español en las universidades de Bradford y Southampton. Funda y dirige la colección El espejo de tinta de la Editorial Grijalbo, entre 1987 y 1994 donde traduce y prologa obras de autores [autoras, en su mayoría] extranjeros como Virginia Woolf, Simone de Beauvoir, Dorothy Parker, Tatiana Tolstoi, Elizabeth Smart, Henri-Frederic Amiel, entre otros.
Ejerce de crítica literaria colaborando en La Vanguardia, El País y en algunas revistas culturales (Claves, Revista de Occidente, El Europeo, El Urogallo...). En 1982 gana el Premio Internacional de Cuentos Lena , por La octava plaga. En 2008 gana el Premio Leonor de Guzmán, otorgado por la Cátedra de Estudios de las Mujeres de la Universidad de Córdoba, por su ensayo La novela femenil y sus lectrices: la desvalorización de las mujeres y lo femenino en la crítica literaria española actual (2009).
Pertenece al Parlamento Cultural Europeo, y también preside la asociación Clásicas y Modernas para la Igualdad de Género en la Cultura -les enlazo el Blog: Asociación Clásicas y Modernas- ." [1]
Además, sus diarios favoritos son éstos.
[1] Fuente: "Laura Freixas. Biografía". En: cervantes.es [Consulta: 7 oct 2013]. http://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/creadores/freixas_laura.htm
1 comentario:
Buena lectura, de las que entusiasman a seguir por la propia senda.
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