Hierba mora, fin de verano


     Para intercalar los tomos gruesos que pueblan las mesillas de noche con una novela ligera de peso y contenido, apostamos por Hierba mora, de Teresa Moure, una obra recién llegada a la librería que nos daba curiosidad pero de la que no sabíamos nada.  

     Aunque no siempre estamos de acuerdo con la valoración de un libro (y dada la diversidad del grupo, casi resulta extraño que no discrepemos aún más), creo que desde que leyéramos El tiempo entre costuras no nos habíamos desilusionado tanto y de forma tan unánime con una elección del círculo. Quizá leerla después de Un matrimonio de provincias, cuya calidad resulta incuestionable, contribuyó a hacer comparaciones inevitables; puede que las expectativas fueran muy altas (de esto hablaremos luego).  En cualquier caso, quienes la leyeron y asistieron a la última reunión no pudieron dedicarle un adjetivo más halagüeño que “simpática”; aunque algunos pasajes o elementos les llamaron la atención (el inicio del libro, el intercalado de la historia con las recetas de Helène Jans), en conjunto, la obra resultó carente de interés.

     Por una parte, falla la estructura de la novela. La autora lo justifica mediante un paralelismo con el tejido, trabajo desarrollado tradicionalmente por las mujeres y con el que quería evitar la focalización en un solo personaje e historia para establecer un discurso a varias voces. Sin embargo, no lo consiguió. El proyecto tiene muchos hilos, pero no urdimbre. Todo tejido, hasta el patchwork (que está formado por retales variados) tiene una estructura que le da coherencia.


     Por otro lado, no convenció el estilo, que pretende ser antiguo, y que le da un toque de afectación innecesario. Lo que se nos escapa es la parte de responsabilidad de la traducción, puesto que, en los poemas, entendemos que se perdieron completamente al pasarlos del gallego al español.

     La combinación entre magia y racionalismo parecía una idea atractiva; pero se necesita una gran habilidad para sostener esa idea, que no es, finalmente, la que soporta la historia, porque se pierde en otros derroteros como la figura de Descartes, el proyecto de lengua universal, la historia de amor… Al margen de las licencias literarias en cuanto a lo histórico, en general da la impresión de ser una novela apresurada, y la pregunta lógica que nos viene a la mente es: ¿por qué? ¿Por qué el aluvión mediático de obras que no merecen tal atención? ¿Por qué se convierte El tiempo entre costuras en un fenómeno de ventas al poco tiempo de publicarse, y por qué aparece este libro en varios medios (por ejemplo, en El País)? ¿Favorece la publicidad a la calidad literaria? Quizá esté siendo un poco retórica; pero en parte, nuestra desilusión con esta novela es culpa de las expectativas creadas por la industria del libro, y me gustaría que las personas que se dedican a escribir lo tengan en cuenta a la hora de leer las críticas de sus libros.

     Así que, para salir de aquí con buen sabor de boca, les dejo con la imagen de Cristina de Suecia, la que nos dejó el celuloide pegado a la retina, y que sin duda es otra ficción llena de licencias (cuando quieran, retomamos el debate sobre el rigor histórico y los productos textuales y audiovisales). 


3 comentarios:

Colometa dijo...

Como ya dije en la rro me reunión, el libro me gustó, después de leerme algunos "tochos"(que sinceramente me deleitaron. Estoy de acuerdo con el echo que no responde a las expecctativas, pero no todo han de ser obras sesudas¡¡¡¡¡¡¡Ya expliqué como se mueve el mundo editorial. Y participo del echo que lo importante es leer ¡¡¡¡ no importa qué pero leer....discrepo de los "elitistas" Me explicaré y positivaré la idea mercantilista de que han de venderse libros al máximo nº de gentes para rentabilizar las industria editorial.... Si consideramos que la lectura es necesaria, que por medio de la lectura se abre la mente, etc.etc.etc. Y yo participo de ello... miremos de que llegue al mayor número de personas posible. Si es preciso, que se lea a Mortadelo y Filemón, Asterix y Obelix.... ;).Ya iremos luego perfilando, seguro que una buena parte de la gente que empiece por estas lecturas "suaves"(que no mediocres) llegarán a otras...

Colometa dijo...

ostis¡¡¡¡¡¡ que mal escribo, cuando me acelero....¡¡¡¡y encima el cursor me gasta malas pasadas

Círculo de Lectura Irène Némirovsky. dijo...

Jeje, ¡no te aceleres, que no hay prisa! La verdad es que tu comentario sobre el funcionamiento de las grandes editoriales y el trabajo de marketing que hay detrás me pareció muy interesante; si encuentras (o encuentran) algún enlace sobre el tema lo podríamos añadir ;)

Calidoscopio literario. Calidoscopio de emociones.

Escuchar. Aprender a ver. Encontrar una voz. Escribir. "Aprender graba en nosotros los recuerdos. En la niñez, el aprendizaje ...