"Nada se opone a la noche", de Delphine de Vigan.


Abordamos esta lectura en diciembre del año pasado, por lo que mi memoria ha de hacer un esfuerzo que, por otra parte, no será arduo pues ésta es una de esas lecturas que no se olvidan con facilidad. En efecto, esta obra conmocionó a todas las personas que la leímos y compartimos en tertulia.  

Delphine de Vigan, lleva a cabo un ejercicio -además de literario, claro está- de escritura 'terapéutica', y esto es algo que se percibe a lo largo de cada página, éstas llevan impregnadas el deseo de exorcizar fantasmas, de ahuyentarlos.Quería deshacerse, por medio de la escritura, del miedo que le infundía su pasado y las personas que lo poblaban. Y es, a la vez, un esfuerzo por comprender, por otorgar un poco de orden en medio de un caos que la desbordaba. Un ejercicio, por tanto, de liberación. 

En esta travesía liberadora la autora nos relata aspectos de su infancia, de sus abuelos maternos, de los hermanos y hermanas  de su madre y, en especial, de esta última, su madre: Lucile. Para ello, cuenta con material que ha recabado de diversas fuentes: fotos y vídeos familiares, la crónica misma del abuelo -registrada en cintas de casete- y las conversaciones que la autora mantuvo con los hermanos de Lucile. Es por ello que esa necesidad de la autora de ordenar el caos conlleva, a su vez,  un arduo trabajo de recopilación, de reflexión, de ubicar momentos y personas.

Sus abuelos maternos, con su forma de ser y estar en el mundo, sembraron inestabilidad en las almas de sus hijos e hijas, entre ellos/as, la de Lucile, cuya deriva dañaba la relación con sus hijas y con el mundo en general. La relación consigo misma estaba siempre 'en vilo'. Sin embargo, era una mujer fuerte, luchaba contra su pasado, contra sus propios fantasmas que la autora se niega a heredar. 

Pero no sólo es una historia conmovedora y un ejercicio de liberación para la autora, también es un reflejo del machismo y la sumisión encarnados en el personaje del abuelo materno, George, una persona manipuladora, nociva. A este particular cabe resaltar también la figura de su esposa, la abuela materna, consentidora y cómplice, que la autora suaviza, deja en un aparente 'segundo plano' y lo entendemos, posiblemente la autora necesite 'salvar' a alguien, y ese alguien sea ella, la abuela materna. 

" (...) [George] sabe reconocer en ella a la mujer que nunca le traicionará, que le será devota en cuerpo y alma, esta última grande y generosa, y que no veía en él durante toda su vida más que el hombre brillante y fantasioso con el que se había casado." (Pág. 93)

Una historia conmovedora a la vez que terrible, de esas que te dejan un sabor amargo, una desazón silenciosa...y es, al mismo tiempo, una obra necesaria porque necesarias son las reflexiones a las que inducen sus líneas. 
  
La música elegida para esta obra no podía ser otra que la que Delphine de Vigan escuchó mientras escribía el libro y a través de la que yo he navegado también mientras escribía esta reseña. 
El título del libro está basado en esta canción: 
https://www.youtube.com/watch?v=4bZWH1th3_w


                                                                                                      Isabel Rojas.



  • La autora. 
Delphine de Vigan (1966, Boulogne-Billancourt,Francia), novelista francesa, creció en una familia 'difícil', lo que hizo que se refugiara en la lectura. Tras varios empleos, ocupó un puesto de ejecutiva en un instituto de encuestas. Más tarde retomó sus estudios (Licenciatura y Máster en Recursos Humanos y Comunicación Interna). 


Actualmente, vive de su escritura y es madre de dos hijos. Su primera novela, Jours sans faim, en la que relataba su lucha contra la anorexia, se publicó en 2001 bajo el seudónimo de Lou Delvig. Siguió escribiendo con su verdadero nombre y su novela No y yo (No et moir, 2007), se convirtió en un Best Seller que recibió el Premio de los libreros y fue llevada a la pantalla por Zabou Breitman en 2010. Las horas subterráneas (Les heures souterraines, 2009), con una gran acogida de crítica y lectores/as, figuró en la lista de obras seleccionadas para el Premio Goncourt y obtuvo el Premio de los Lectores de Córcega. Nada se opone a la noche (Rien ne s'oppose à la nuit, 2011) ha obtenido diversos premios: Premio de Novela Fnac, Premio de Novela de las Televisiones Francesas, el Premio Renaudot de los Institutos de Francia, el Gran Premio de las Lectoras Elle y el Gran Premio de La Heroína Madame Fígaro.

[Fuente: http://www.compartelibros.com/autor/delphine-de-vigan/1]. 











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